Lunes 12 en Barceloneta

Esta mañana he estado una horita en Barceloneta antes de irme a trabajar. Desde el tren se veía que ni por Tarragona ni por el Garraf había nada decente, pero todo parecía indicar que Barceloneta estaba funcionando. Y así ha sido.

Me ha dado bastante rabia tener que irme de la playa a las 9:30, la luz era buena, se notaba nivel en el agua, y las olas acompañaban. Pero ya se sabe, el trabajo es el trabajo, y estamos cerrando un proyecto importante de esos que corren el peligro de retrasarse si no les das un buen tute.


Es curioso que siendo tan pronto nos hayamos acumulado cuatro fotógrafos en la playa. Estaban por allí Vicens Forner, Álex Amorós de elgranangular.com y otro chico al que veo bastante por la playa últimamente. Estos encuentros suelen estar bien para hablar de fotos, cámaras, objetivos y cosas nuestras.

Ya en el metro, recordando lo que había estado hablando con Álex, pensaba en que a menudo la gente no se da cuenta de la pasta y el tiempo que tenemos que dedicar para poder ir a la playa cuando hay olas, intentar sacar fotos decentes y mantener una web con este material. Yo la verdad es que aprovecho mis múltiples viajes semanales en tren Tarragona-Barcelona y viceversa para poder mantener la web. Siempre me llevo el portátil y allí encuentro el rato que necesito para trabajar con las fotos y actualizar la web. Sé que si no tuviera este rato para mi, me sería imposible dedicar a funkysurfing el tiempo que necesita. Que te aseguro es muuuucho, aunque no sea una web que se actualice a diario.

La motivación de todo esto de la fotografía no tiene nada que ver con la pasta o ningún otro tipo de reconocimiento. Estos empanados que estamos en la arena mirando al mar y sacando fotos como tontos tenemos básicamente la misma motivación que esos otros empanados que están en el aguan flotando como tontos y esperando que venga una ola. Cuesta explicarlo… Supongo que somos como esos insectos que se acercan peligrosamente a una linterna en las noches de verano y terminan achicharrados. Simplemente no podemos evitarlo.